Aire / Óleo sobre tela / 176.5 x 137 cm / 2015 |
AIRE
Las raíces pictóricas de Sergio Gutman son constructivistas, racionales, que hacen del orden y la sección Aurea un camino para la armonía de su obra. Pintó al Elemento Aire con las características que observó, recreó su ligereza, su movimiento constante, rítmico y visible que provoca sensaciones en nosotros y afecta el entorno. En la pintura de Sergio Gutman el Aire es una fuerza a veces pasiva y a veces activa, en tonos neutros que dan atmósfera y profundidad. Imprimió la forma de un objeto en sentidos contrarios y nos plantea esa corriente que el Aire adquiere cuando viaja, que nos trae con sus ráfagas sensaciones, visiones y voces, noticias de la lejanía, porque el Aire nos envuelve y viaja.
SERGIO GUTMAN
Estudió filosofía y no sabe por qué, la dejó y se dedicó a las artes plásticas, a crear esculturas, pinturas con relieves y texturas. Estudió en Barcelona con Albert Ráfols-Casamada en la Escola Eina, esta influencia catalana y la obra de Torres García le ayudaron a crear su lenguaje con los materiales y la composición.
Constructivismo
Joaquín Torres García le llama universalismo constructivo a la idea de ir a lo más esencial. Para mí y mi obra fue como un encuentro personal porque en esa época de los ochentas, cuando la pintura estaba en crisis existencial y había mucho rollo, que si esto es pintura o que si es lo otro, me parecieron muy refrescantes, y muy enriquecedoras, las ideas del constructivismo donde todo es muy claro, se habla de plástica, de estructuras, de tono, de color de los elementos esenciales y está basado en la geometría y, por supuesto, en la sección áurea que es básica.
Sección áurea
No me pongo a medir, tengo mi compás, aunque la verdad es que ya no mido. Una cosa que llegas a entender con la sección áurea es que si te has dedicado algún tiempo a dibujar, y yo dibujo mucho, es que el sentido de la sección áurea lo interiorizas, a veces lo divertido es hacer una cosa y medir después. Vengo con el compás y confirmo, o hago un pequeño ajuste, pero realmente, al contrario de lo que se cree, uno no está midiendo antes de dar una pincelada.
Arte impersonal
Una de las cosas que interesó del constructivismo es la idea del arte impersonal, no hay un enfoque tan fuerte en la personalidad del artista y su estilo único e irrepetible en el mundo y que no hay otro como él. Es algo que me gustó porque se entiende que lo personal sale aun a tu pesar, tú haces un garabato y es tuyo, o haces tu firma y tiene tu personalidad. Esta idea de un arte impersonal del constructivismo en el fondo tiene la propuesta de un arte colectivo, que se basa realmente en la tradición, no es un ismo más del siglo XX, es una tradición milenaria, es una manera de entender el arte. La obsesión por el estilo propio es una trampa en la que veo que muchos han caído, la gente agarra una cosa y dice “este es mi estilo”, se clava, se repite infinitamente y ya no cambia.
La materia
Es importantísimo saber que no le puedes decir a la materia cómo tiene que comportarse, eso es algo esencial. Es una de las ideas que entendí con pintoras como Federica Matta; ella hablaba del diálogo con la materia que parece una cosa tonta. Les digo a mis alumnos cuando doy clases: no te vas a poner a platicar con el cuadro, pero si hay una cosa totalmente cierta es que agarras un objeto o trabajas con una materia y ésta se comporta de una manera. Por ejemplo: tú haces una mancha o haces algún movimiento y luego das un paso atrás y esperas a ver qué responde, entonces el siguiente movimiento tiene que ver con eso, porque no le dices a las manchas de pintura cómo escurrirse o cómo caer, hay un diálogo. Trabajo el relieve e integro objetos pegados, un pedazo de madera que encontré o algo. Primero dejas al objeto que te sugiera cosas, qué hacer con él, tú le vas diciendo y al final se ponen de acuerdo porque haces lo que es tu intención pero siempre respetando la materia.
Elemento AIRE
Cuando trabajas con los colores primarios como yo hago, estrictamente se da una cosa un poco rara que llamo el efecto cromático, que es cuando se equilibran totalmente los colores, entonces casi se neutralizan unos a otros. Mis cuadros al final no dan la impresión de color, la dan casi como si fueran monocromos, es el color de la luz y de la atmósfera. Una de las ideas que pensé fue: ¿qué sería el elemento AIRE en la pintura? Entonces se me ocurrió que es la atmósfera, finalmente el que da la atmósfera es el tono. En un plano donde pones algo de tono, se da inmediatamente una tensión en los planos, en la profundidad. Es la idea de una pecera que estás viendo ahí y tiene una profundidad que el pintor controla. La decisión más importante que hace el pintor en el espacio en el que va a trabajar es qué tan profundo va a ser su cuadro. Tomé varias cosas en cuenta: el AIRE es volátil, es ligero, por eso están saliendo los elementos, es difícil de contener. La otra es el movimiento. Estuve buscando un elemento que me diera este movimiento y lo encontré poniendo este objeto cotidiano, un círculo para arriba y otro para abajo. La idea era que hubiera movimiento.
Periódico intervenido / Acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2015 |
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