“El arte es creación y es luz”
Sol ancestral / Óleo y temple sobre tela / 134.8 x 134.8 cm / 2016 |
ALFREDO NIETO
Por Avelina Lésper
Inmerso en la gran proporción tiene un taller para realizar murales, dibuja y pinta sobre andamios.
PENSAR EL MURO
La obra de grandes dimensiones o mural se tiene que pensar de otra manera. Es muy importante saber manejar la geometría y pensar en proporciones muy grandes. La proporción del ser humano, nuestras extremidades no alcanzan para dibujar y para pintar en esos formatos. Hay que emplear herramientas, carrizos, palos para dibujar, escaleras, andamios, valerse de tantas herramientas como podamos.
ABSTRACCIÓN MURAL
El muro pone a trabajar el pensamiento abstracto. No puede uno pensar con monitos, con formitas, como en un pequeño cuadro. Pensamos en formas que nada tienen que ver con una realidad, sino con un concepto de abstracción. Primero pensamos qué es lo que queremos hacer, muy grande, y poco a poco comenzamos a irlo hilvanando, de tal manera que logremos una composición armónica; que el color, que el discurso que queremos plasmar en ese mural sea lo que se necesita porque cada espacio requiere de algo específico. Cualquier tema se puede trabajar en un mural. Tiene mucho que ver con su entorno, la gente que lo va a ver es muy importante. Se piensa en los espacios que hay para ver. No es lo mismo un espacio de un hospital que un espacio de un centro comercial, de un deportivo por ejemplo.
AUTORÍA DEL MURO
Es preparación del artista. Desde las épocas primitivas el hombre requería una decoración para su vivienda, pero lo más importante es desarrollar una obra personal. En el Renacimiento era una cuestión religiosa; el Movimiento Muralista era una cuestión política. El tema va superándose con el tiempo, y lo que va quedando es la estética, la belleza de la obra. La autoría usa todos los recursos: el dibujo, el color, la proporción, la geometría, la técnica en sí misma nos da elementos maravillosos. No es lo mismo pintar un buen fresco que pintar un acrílico; o un encausto como un temple. Quien se dedica al mural debe tener una visión perimetral de la obra, no tan específica, no yéndose a elementos decorativos, sino buscar que todo el discurso general de la obra se vaya amalgamando como un buen libro, sin que necesariamente tenga que ser discurso lineal.
EL SOL DE ALFREDO NIETO
Quise hacer un Sol ancestral, porque en nuestra raíz el tejido del petate era punto de partida para muchas cosas, en él se enterraba a la gente, en él nacía la gente, se daba luz al antiguo mexicano y el arte primitivo. Es un tejido que es tradición, es técnica, futuro, presente, el arte de nuestros ancestros tiene una proyección mágica. Está Tláloc porque guarda una relación muy estrecha con el mundo productivo, porque era la lluvia, era de las deidades más importantes. El personaje central está connotado con esa magia que es crear el fuego, la luz y el todo. El arte es creación y es luz. El mundo prehispánico estaba lleno de luz y el sol es luz. La proyección del Universo que es muy importante. Nosotros ya no vemos el Universo, ya no vemos las estrellas, ya no vemos la magia que sucede cuando se mete el Sol y sale la Luna. Es un mundo fascinante, es el elemento que respalda al individuo, al ser humano.
Sin título (Periódico intervenido) / Carbón y acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016 |
Maestro muralista, especializado en fresco, colaborador de Luis Nishizawa en varios murales, imparte en la Facultad de Artes de la UNAM las clases de pintura mural y materiales. Su vocación lo ha llevado a escribir un manual completo de técnicas que resume todo su conocimiento.
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