viernes, 27 de septiembre de 2013

Jonathan Gómez Reséndiz

Fluido conductor / Óleo sobre lienzo / 125 x 150 cm / 2013

La entrevista es un coro a tres voces con sus pequeños gatos que exigen atención. Nació en 1983 en la Ciudad de México y egresó el 2006 de La Esmeralda ENPEG. Se define como artista orgulloso de saber usar toda clase de materiales. La obra de los artistas conceptuales y de los cineastas se resuelve en base a las habilidades de Jonathan. Su obra pictórica profundiza en el realismo cotidiano, contrasta esto abruptamente con la realización de seres fantásticos para el cine y la publicidad. Prototipos de mutantes, gnomos, y tentáculos casi vivos habitan su estudio.

Fluido conductor

El autorretrato hace que el pintor se observe y se analice como persona y como tema pictórico. Esta inmersión en la apariencia tiene implicaciones internas, el autorretrato refleja tanto que exhibe al artista, lo descubre hasta en lo que oculta. Jonathan Gómez Reséndiz se pinta a sí mismo flotando, en el bienestar amniótico, no vemos completamente su rostro, pero tenemos su presencia corporal. Cada cabello, el agua con sus reflejos inestables y los brazos que flotan están pintados con detalle realista. Jonathan experimenta con la visión de su cuerpo dentro del marco líquido que lo envuelve, el contraste entre el color de la piel y el verde azul. El artista que no quiere salir de un mundo ideal, protector, la pintura como refugio, como útero que alberga.

Periódico intervenido / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2013

martes, 24 de septiembre de 2013

Javier Peláez

Vanitas / Óleo sobre lino / 120 x 80 cm / 2013

Desde niño tomó clases de pintura, estudió arquitectura y dejó la carrera para seguir su vocación pictórica. Se dedicó a pintar “con mucha inocencia, con mucha hambre”. Estudió en el taller del pintor catalán Demetrio Llorden, discípulo de José Bardasano. Admite que la pintura se da después de muchas horas de trabajo. En su estudio, ubicado en una casona antigua, podemos seguir los rastros de sus temas, juguetes, zapatos, papeles reflejantes, entre el orden y las voces de una ópera moderna.

Vanitas

La belleza tiene una jerarquía simbólica dentro de la creación. Está en el universo pero es necesario recrearla para que exista, para que la apreciemos como arte. El vanitas en la pintura nos recuerda que la belleza y nosotros somos efímeros. Un cráneo simboliza esta condición pasajera y las flores representan a la belleza, que es tan frágil como la vida misma. Javier Peláez pinta flores marchitas que brotan de la boca de un cráneo, el contraste de sus colores con los del hueso y el fondo oscuro le da una dimensión más existencial al vanitas, nos expulsa del paraíso y nos envía a la realidad, al inevitable destino que todos tendremos, del que únicamente se libra el arte, porque trasciende, perdura.

Periódico intervenido / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2013

viernes, 13 de septiembre de 2013

Olga Chorro

Statu Quo? / Óleo y grafito sobre madera / 153 x 94 cm / 2013

Recuerda su educación en el Instinto Cabañas como los años que más disfrutó, pasaba las horas observando los murales de José Clemente Orozco. Indudablemente fue una gran educación. Su conocimiento del arte va más allá de la creación, también trabajó en una galería para aprender algo que ninguna escuela imparte: el mercado de arte. Se involucró en hacer una ficha técnica, una museografía, cómo colgar un cuadro. Vivió un contacto distinto con la obra, desmitificó nombres y valoró otros. Afirma que hacen falta espacios más diversos y más libres de discusión para el arte.

Statu Quo?

En el dibujo están las entrañas de la pintura. Las líneas del boceto sostienen las bases de una pintura. A partir del Renacimiento el dibujo fue considerado una obra autónoma que no necesitaba crecer a otro formato. Olga Chorro toma el lienzo para dibujar en gran formato. Su pintura llamada Statu Quo está resuelta con la noción de la línea, del trazo interno del dibujo. Un hombre rodeado de información se pregunta si este saber nos sirve de algo y si este Statu Quo, debería ser nuestro momento actual y por qué tenemos que aceptarlo así. Con los puños cerrados, conteniendo la ira que niega que las cosas deban de quedarse como están, nos mira, nos cuestiona. Aceptamos lo que vivimos con la impotencia de alcanzar un verdadero cambio.

Periódico intervenido / Grafito sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2013

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ignacio Salazar

Milenio / Óleo, temple y acuarela sobre tela / 100 x 120 cm / 2013

Maestro y gurú de pintores. Guía académico y espiritual. Dirige un taller de pintura dentro de la Escuela Nacional de Artes Plásticas ENAP que es mítico por la exigencia de la enseñanza y por los pintores bien preparados y formados que egresan. Es un privilegio ver el orden y la paz con la que producen sus alumnos, el estado de creación concentrada que inunda la atmósfera.

MILENIO

Pintar puede ser un estado convulso o meditativo. La pintura de Ignacio Salazar indaga en el proceso de concentración que crea inmersión y silencio. En esta pintura hace de la maquinaria de las rotativas de impresión del periódico una investigación estética alrededor de la armonía del movimiento y el mecanismo. Este equilibrio se refleja en la pintura como una prolongación del aislamiento rítmico de lo que funciona, del trabajo metódico. Los colores cálidos nos remiten a la producción, y en una audacia, Salazar hace distancia con la pintura, es testigo de su propia obra y la enfría en un ángulo con hielos que brotan del suelo, azules que calman la fuerza del calor. De nuevo el equilibrio, el balance del peso, la armonía.

Periódico intervenido / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2013