lunes, 28 de noviembre de 2016

Joaquin Flores

“Uno puede encontrar belleza en las formas de la catástrofe”

El ídolo y el dios / Óleo sobre lino / 130 x 130 cm  / 2016

JOAQUÍN FLORES
Por Antonio Nájera

Aprendió la lección de la modernidad, y sabe bien que “la belleza no es 
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar”.

AUTODIDACTA
Estudié en La Esmeralda. Ahí cursé la carrera pero, mi formación como pintor, creo que se la debo más a amigos que a la escuela propiamente. Lo que me dio La Esmeralda fue ponerme en contacto con la fotografía, y eso fue algo muy importante para mí. Porque una de las cosas que a mí me gusta mucho hacer es caminar. Tener la cámara en la mano me permitió documentar estos recorridos y, a partir de esos documentos fotográficos, empezar a trabajar mis composiciones.

LA PINTURA COMO MATERIA
Más que imagen, la pintura es materia. Hay una frase de Gilles Deleuze que me gusta mucho: la pintura es más que una superficie pero menos que un volumen. La fotografía es completamente una superficie lisa; mientras que la pintura no lo es. Ahora, si hablamos del proceso cognitivo que te lleva a hacer una fotografía, es completamente distinto al que te lleva a hacer una pintura. Por ejemplo, una fotografía es apretar un botón; hacer una pintura es estar un mes con el cuadro —y durante ese mes, durante esa convivencia, pasan muchas cosas.

LA ESTÉTICA DE LA ARIDEZ
A lo largo de mi vida siempre he vivido en la periferia de la ciudad. El borde de las ciudades siempre está cambiando. Es un lugar que está tanto en construcción como en destrucción. Es una cuestión que a mí se me hace muy poética.  Es como cuando abren un cerro para hacer una casa: dejan una cantidad de piedras, de tierra, que se vuelve como una orquesta de volúmenes y de texturas.  Y, sin embargo, también creo que es un lugar que habla mucho de lo que es nuestro país hoy en día. Nuestro país ya no son indígenas cargando alcatraces. Creo que nuestro país, hoy en día, es más un lugar como éste: son caminos de terracería, perros callejeros… Hay también algo de lo que habla Deleuze que es la catástrofe: estos polos que están entre lo sublime y lo terrible. Y yo creo que mucha de la pintura y del arte está entre estos dos polos. A lo mejor uno puede encontrar belleza justo en las formas de esta catástrofe.  

EL SOL DE JOAQUÍN FLORES
Yo viví ocho años en Tultitlan, uno de los municipios en la periferia del Estado de México. Para mí, es un lugar casi postapocalíptico. En las caminatas que alguna vez tuve ahí, una vez me encontré con esto: una especie de altar que hicieron con tierra y con escombros al que le pusieron la cruz. Para mí, este altar significaba el dios de Tultitlan: es el Cristo de Tultitlan. Y para esta pieza, yo quise retomar este aspecto de lo religioso: contraponer esta especie de altar postapocalíptico una vez que se acaba la civilización y la fe con la que desde la Antigüedad se han generado las religiones que son las fuerzas naturales. En primer plano tienes este altar y, en el ultimo, un Sol que se ve distante. Incluso la misma atmósfera no te habla de una presencia tan fuerte del Sol. Pero ahí está —y ese Sol siempre estará y será absoluto una vez que se haya acabado la civilización.  Somos perecederos y fácilmente olvidados, mientras que el Sol es algo que está ahí más allá de nuestro propio planeta. 

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Joaquín Flores nos regala su retrato del artista adolescente: pintura y fotografía, construcción y destrucción, lo sublime y lo terrible. El drama espiritual de un joven que, a través de la aridez de sus paisajes urbanos, emana la fecundidad de una obra que comienza a dar visos de pronta madurez.  

lunes, 21 de noviembre de 2016

Patricia Sanchez

“He llorado mientras pinto, es mi válvula de escape”

Soma (espejo de plata) / Óleo y hoja de plata falsa sobre lienzo / 133.5 x 133.5 cm / 2016

PATRICIA SANCHÉZ SAIFFE 
Por Avelina Lésper

Su conversación es un torrente de emociones, la pintura es un espejo donde se refleja, y se analiza. 

DUALIDAD Y PINTURA
Nada más en la pintura puedo realmente sacar a mi ser, tiendo a ir a los extremos, siento mucho y al mismo tiempo pienso mucho, no hay un punto medio. Hago muchísimos bocetos, desarrollo la obra en el papel; ya cuando estoy frente al lienzo, en la ejecución quiero que me hable de lo que estoy sintiendo, que se ahorca en el corazón, que quiere salir por la boca. Echo mano de la técnica y las emociones para que cada cuadro tenga un pedacito de alma. 

SENTIR LA PINTURA
He llorado mientras pinto, me he enojado, asustado, pintar es mi válvula de escape. En mis cuadernos donde boceteo también escribo, son mis diarios de vida, realmente ahí caen las lágrimas o me enojo y vuelvo a vivirlo, hay ocasiones en que está a flor de piel el tema que me motivó a pintar, y me trabo y no puedo. Hay un cuadro en especial, se llama El Escriba, pinté a mi papá porque viví enamorada de él, lo personifico en un escriba con una vela en la cabeza, es la luz creadora, sin embargo cuando estaba poniendo cera derretida en la cabeza, recibí la llamada de que mi papá le dio un derrame cerebral. No pude volverme a enfrentar con ese cuadro, lloraba y lloraba, viví una catarsis hasta que lo superé, lo terminé, me gustó y dije qué bueno, sigue vivo, sigue contando historias.

RETARSE CON LA PINTURA
Pinto para mí, no pinto para agradarle a nadie más, pinto para forzarme a mí misma a que cada cuadro sea a partir de cero. Tengo el conocimiento que se va sumando, se va adiestrando la mano, el ojo, sin embargo, pinto para estar satisfecha, para decir “pude subir otro escalón”. 
Tal vez solamente yo lo perciba y sepa que en cada cuadro me pongo un reto, porque cuando me dé por satisfecha y nada más esté pintando por tener una producción, en ese momento se terminó el por qué pinto. Mi ojo es muy crítico, puedo tardarme meses en un cuadro hasta que me gusta, lo dejo descansar y después lo retomo para verlo con ojos nuevos y se puede enriquecer con lo que fui aprendiendo en ese inter en el que estuvo dormido.

LA LUNA DE PATRICIA
Es de hoja de plata porque tiene capacidad de reflejar diferentes fases, va a cambiar con la luz. A esos movimientos cíclicos se le atribuye el elixir de la vida, porque crece, se llena, se va menguando, muere y vuelve a nacer. Nos ubica terrenales pero al mismo tiempo eternos. En los textos Vedas dice que la Luna es el recipiente del Soma, del que beben los dioses y los muertos que vuelven a comenzar un nuevo ciclo. Ella es el Soma y hay gotas en el brazo, también hay un tubo de ensayo con ese líquido y se traduce en todos los fluidos. Es frontal, sin embargo un poco ladeada porque está terminando de llenarse, es una Luna creciente, por eso hay unas gotas que están completando el círculo que está alrededor de ella. La Luna llena sólo es un momento, hay mucho tiempo decreciente, pero ese momento en donde se enfrenta directamente al Sol es cuando surge toda su luz, es una tez muy pálida. Tiene levantado el brazo izquierdo que es el lado femenino, está diciendo “no tengo nada que ocultar, me estoy mostrando como soy”. Mi energía indómita de mujer hizo lo que quiso.

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico, carbón y óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Autodidacta y perfeccionista, lleva una relación profundamente emocional con su pintura. Evoluciona con observación de cada detalle de la realidad y de su trabajo que sigue basando en prueba y error, y en la comunicación con otros pintores. Su gato es un asesor cotidiano de sus pinturas. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Jose Luis López Galván

“Es muy cruel dejar que las ideas se pierdan”

El fototropistas / Óleo sobre tela / 132.3 x 132.3 cm / 2016

JOSÉ LUIS LÓPEZ GALVÁN 
Por Avelina Lésper

Es un joven misántropo que estudia a Velázquez para interpretar su propia imaginación, y crear su lenguaje. 

LA SEDUCCIÓN
Cuando empecé a pintar estaba fascinado con Velázquez y luego estudié a otros artistas, a Goya, a Rembrandt, eran los que me gustaban porque cuando no te dedicas en específico al arte, cuando no estudiaste la carrera como artista, te lleva lo primero que te llama, lo que te gusta, no lo que tú crees que puede ser arte, y eso a mí me fascinó porque me preguntaba cómo logran esa magia, porque para mí es como un truco de magia, cómo me hace creer que en este plano, en este lienzo, hay algo tridimensional.  

MANIFESTAR LO INVISIBLE
Además de Velázquez, he buscado formas de expresar mi propio mundo, a veces hay cosas que imagino y siento que deberían existir, que no es justo que las deje ahí, que las mate, criaturas, formas, que digo “esto no lo he visto pero está aquí, quiero que exista”, entonces sí no lo pinto, siento que se muere. Cuando puedes hacer algo es muy cruel dejar que las ideas se pierdan. 

PINTAR LO ESENCIAL
Quiero representar el mundo real, pero la esencia de las cosas, no lo que damos a entender. Soy una persona que no sale mucho, y cuando salgo noto muchas cosas, puedo darme cuenta inmediatamente quién es hipócrita conmigo, por qué sonríe así, por qué se para así, por qué da dos pasos atrás cuando me acerco. Cosas así me llaman la atención, soy muy sensible, de hecho me cuesta mucho trabajo salir a la calle, creo que eso tiene que ver con la oscuridad que hay en mis pinturas, no soy alguien que conozca el exterior. 

URGENCIA DE PINTAR
Pensar en la pintura me mantiene sin dormir, siempre estoy pensando que tengo que seguir, cuándo haré esa obra, cuándo haré esa obra importante que sé que ahí está pero que va a morir mañana. Tengo poco tiempo, todos tenemos poco tiempo porque puedes morir hoy mismo y se acabó esto, es todo lo que hice y lo que está en los cuadernos que tengo allá pues tal vez ahí quede. Me preocupa que tengo prisa para hacer todo lo que estoy pensando y todo lo que quiero terminar. 

CUERPO 
Empecé con figura animal y fue lo que más hice desde que era niño, no dibujaba personas; dibujé personas hasta hace como 6 años, no me llamaba la atención, decía yo “habiendo tantos modelos de anatomía ¿por qué nos quedamos con el más aburrido?”. El de nosotros es el que vemos todo el tiempo, y terminé haciendo figura humana porque le agarré el gusto, entendí que la mano humana casi es un cuerpo completo, la cabeza expresa mucho, un solo ojo expresa demasiado, y me di cuenta del poder de eso. 

EL SOL DE JOSÉ LUIS  
Tiene algo de Velázquez y algo de lo que ahora trabajo mucho que es la deformación anatómica, que me tiene fascinado. Era perfecto para resumir al Sol porque es un círculo y de ahí no me salí. Hay un círculo que se crece constantemente y de ahí viene la composición principal, pero son dos, hay una composición radial en donde está el Sol y que escapa hacia fuera; al mismo tiempo hay otro tipo de composición en la que trato de equilibrar los pesos y agrego elementos. El brazo está arriba porque Marte está de este lado, es equilibrado como un reloj. Es algo que se está moviendo y representé al mismo Universo, primero al Sistema Solar y cortar, el lienzo está cortado, porque puede continuar porque el Universo es infinito. 

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Emigró de la carrera de diseño buscando la libertad de crear, manifestar las ideas que surgían de su imaginación. Estudio en el Instituto Cabañas pero es básicamente autodidacta que observa detenidamente a los grandes maestros. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Cristina Samsa

“Mi obra es una declaración de guerra en contra de la humanidad”

La Luna del Armagedón / Óleo, acrílico y alquídico sobre tela / 134.4 x 134.1 cm / 2016

CRISTINA SAMSA 
Por Avelina Lésper

En su estudio convive con la colección de insectos que le inspiran y habitan en su obra. 

INSECTO ES ESTÉTICA 
Me baso en ideas naturalistas, por ejemplo admiro mucho a Dru Drury, definitivamente retomé sus trabajos, llevo mucho tiempo estudiando a los insectos, su anatomía y me fui dando cuenta que me gustaba mucho más que pintar temas más clásicos como la figura humana o paisaje.  

INSECTO ES MIEDO
Definitivamente los insectos a la mayoría de las personas les provocan una fobia, una repulsión y precisamente eso es lo que busco que la gente vea en mis cuadros, que recuerde que los insectos son los que siempre han reinado en la Tierra. Ese miedo es natural, los insectos han sido nuestros enemigos ancestrales a lo largo de la Historia, los venenos que tienen o los virus o las bacterias que portan han causado más muertes que cualquier guerra o cualquier desastre natural. Busco en mi obra provocar ese miedo. 

INSECTO ES PERFECCIÓN
Todas las toxinas, todos los contaminantes que produce el ser humano nos hacen daño pero a los insectos los hacen cada vez más fuertes, si alguna vez tendríamos que sobrevivir a nuestra propia contaminación, sería precisamente fusionándonos con insectos. No es que yo quiera hacerlos bellos, es que son perfectos, son el culmen de la evolución, nos superan en todos los aspectos, en tecnología, son mucho más sabios que nosotros, pero principalmente a mí lo que me interesa es el aspecto estético. Creo que un insecto muerto, disecado es mil veces más majestuoso que cualquier humano vivo. Los insectos no entran en descomposición por su exoesqueleto, siguen siendo hermosos después de la muerte. 

INSECTO INTELIGENTE
Todos los días se descubren nuevas especies que mutan constantemente, se adaptan como decía Darwin. La superioridad de una especie no se mide por su inteligencia o por su fuerza, está en su capacidad de adaptabilidad. Los insectos se adaptan constantemente y todos los días se descubren especies distintas, definitivamente no creo que la inteligencia humana sea superior, la inteligencia pertenece a aquellas especies que viven en perfecta armonía, en perfecto equilibrio con las tres leyes de la ecología, el ser humano no posee esa característica, creo que su principal característica es la estupidez.

LA LUNA, EL INSECTO Y CRISTINA SAMSA
Es la Luna del Armagedón, me basé en un pasaje del Apocalipsis, cuando se rompa el Séptimo Sello, habrá un gran terremoto, el Sol se pondrá negro como si se hubiera vestido de luto y la Luna se tornará roja como la sangre. Creo que en un futuro los insectos gobernarán totalmente la Tierra, cuando hayamos acabado con ella, cuando la hayamos convertido en un desierto radioactivo, pues obviamente los insectos que pueden soportar cualquier radiación, cualquier toxina que los humanos generen. Los insectos se adaptarán y terminarán reinando sobre la Tierra. Me niego a pintar la figura humana, porque el ser humano es una peste que ha destruido el planeta, que diario extingue especies que a la selección natural le ha costado millones de años formar. En mi obra lo que busco es causar miedo en el corazón de la humanidad, mi obra es una declaración de guerra en contra de la humanidad.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




A pesar de haber estudiado con distintos maestros se considera autodidacta, porque sola aprendió a pintar la anatomía de los insectos, su verdadera herencia está en los naturalistas, Joris Hoefnagel, Jan van Kessel, Eugène Alain Séguy. Vestida de negro, elegante como sus modelos, su tema, su obsesión. 


Avelina Lésper: Próxima conferencia

Avelina Lésper, directora de la Colección Milenio Arte impartirá conferencia dentro del Foro Internacional Aciertos y retos de la difusión cultural y extensión universitaria. 

Conversatorio debate “Qué hacemos con el arte”

Centro Vlady ubicado en Calle Goya 63, Insurgentes Mixcoac, 03920 Ciudad de México.

La cita es el día 17 de noviembre del 2016 a las 17 horas. 
Entrada Libre.